A pesar del enorme entusiasmo que ha rodeado su campaña desde su lanzamiento, Kamala Harris dijo a la multitud de Las Vegas que todavía queda mucho trabajo por hacer para derrotar a Donald Trump en noviembre.
La candidata presidencial demócrata Kamala Harris y su compañero de fórmula Tim Walz culminaron el sábado 10 de agosto de 2024 una semana de visitas a estados clave en el campo de batalla con un rally en Las Vegas, donde los entusiastas asistentes a la manifestación dijeron que la candidatura de la vicepresidenta marca el comienzo de un nuevo capítulo de la política estadounidense.
Más de 14.000 personas se presentaron a la movilización del sábado en el Thomas & Mack Center de la UNLV, aunque la policía de Las Vegas intervino para rechazar a miles más, citando la elevada temperatura de 108 grados Fahrenheit y las dificultades que enfrentó el personal del evento para hacer entrar a la gente por la puerta, según un portavoz de campaña.
“Pero no se preocupen, volveremos muchas veces”, dijo Walz, actualmente gobernador de Minnesota, entre estridentes aplausos. “Rara vez se tiene la oportunidad, en 87 días, de cambiar la trayectoria no sólo de hoy o de mañana, sino de generaciones”.
Los asistentes al mitin del sábado dijeron que ven a Harris como una fuente de cambio en comparación con el presidente Joe Biden, pero más aún con el expresidente Donald Trump. De ser elegida, Harris se convertiría en la primera mujer, la primera mujer negra y la primera persona de ascendencia del sur de Asia en ocupar la presidencia.
“Hemos tenido 46 hombres blancos más [Barack] Obama; es hora de un cambio”, dijo Todd Blair, residente de Las Vegas. “Esta es una elección muy importante. Consideramos que aquí está en juego la democracia y ella tiene la capacidad de salvar nuestra democracia”.
El evento marcó, con diferencia, la mayor participación de un candidato presidencial demócrata en Nevada en este ciclo. Encuestas recientes también han mostrado que Harris lidera a Trump en varios estados indecisos, incluido Nevada, destacando un cambio casi total en la suerte demócrata en las casi tres semanas posteriores a la decisión de Biden de suspender sus propios esfuerzos de reelección y pasar la estafeta a Harris.
“Es una locura ver la diferencia en la campaña con respecto a hace un par de semanas”, dijo Kevin McCormick, de Bishop, California. “Parecía que era una inminente derrota hace un par de semanas y, ahora, de repente, Estamos de nuevo en la lucha y hay mucha energía detrás de ello”.
A pesar del enorme entusiasmo que rodea a su campaña, Harris no se adelanta. Reconoció que, si bien las encuestas parecen prometedoras, la campaña aún necesita ganarse la confianza de los estadounidenses de todos los ámbitos de la vida.
“Sabemos que será una carrera reñida hasta el final”, dijo Harris. “Así que no prestemos demasiada atención a las encuestas, porque tenemos mucho trabajo duro por delante, [y] nos gusta el trabajo duro”.
Hasta el sábado, quedaban 87 días hasta las elecciones del 5 de noviembre, y la campaña de Harris tiene la tarea no solo de comunicar su visión para el país en un lapso sin precedentes, sino también de presentarse a sí misma y a Walz a los votantes que recién se están iniciando en la contienda.
Harris dijo a la multitud del sábado que su visión se basa -en gran medida- en fortalecer la clase media. Harris respaldó una propuesta bipartidista encabezada por las senadoras estadounidenses de Nevada Jacky Rosen y Catherine Cortez Masto para eliminar los impuestos federales sobre los ingresos que reciben propinas, dijo que ampliaría el acceso al cuidado infantil y prometió reducir los precios al consumidor plagados de inflación.
“Cuando la clase media es fuerte, Estados Unidos es fuerte”, dijo Harris. “Creemos en un futuro en el que reduzcamos el costo de vida de las familias estadounidenses, no para que tengan la oportunidad de sobrevivir, sino para salir adelante”.
Harris también promocionó su historial en materia de derechos reproductivos y expresó su deseo de prohibir el acceso a armas de asalto y ampliar los derechos de voto. También abordó un tema de migración en la frontera sur al que otros miembros de su partido se han opuesto durante mucho tiempo. Criticó a Trump por alentar a los republicanos en el Congreso a abandonar una propuesta bipartidista que buscaba cambios radicales en el proceso de asilo.
“A principios de este año, tuvimos la oportunidad de aprobar el proyecto de ley bipartidista de seguridad fronteriza más estricto en décadas, porque pensó que le ayudaría a ganar las elecciones”, dijo Harris. “Bueno, cuando sea presidente, promulgaré ese proyecto de ley.
Harris y el resto de los oradores demócratas del sábado también buscaron ofrecer un marcado contraste entre ella y Trump. Harris saltó a la fama primero como fiscal local y luego como fiscal general de California, cargo en el que demandó a una universidad depredadora con fines de lucro, obtuvo un acuerdo multimillonario contra uno de los prestamistas hipotecarios más grandes del país y luchó para defender el estado de ley en uno de los estados más grandes del país.
“Con mucho gusto pondré mi récord junto al suyo cualquier día de la semana”, dijo Harris. “Dicho esto, no nos equivoquemos. Esta campaña no se trata sólo de nosotros contra Donald Trump. Se trata de dos visiones diferentes de nuestra nación. Uno, el nuestro, enfocado al futuro. El otro, centrado en el pasado. No vamos a volver”.
Harris también apuntó al Proyecto 2025, el plan de política conservador publicado por la Heritage Foundation del que Trump ha tratado de distanciarse, a pesar de que en él trabajaron al menos 140 miembros de la Casa Blanca de Trump.
“He entrenado fútbol durante suficientes años para saber que cuando alguien elabora un libro de jugadas, planea usarlo”, dijo Walz.
El Proyecto 2025 exige, entre otras cosas, flexibilizar las leyes sobre trabajo infantil, recortar los fondos para el programa de cuidado infantil Head Start, restringir el acceso al aborto con medicamentos y disolver agencias como el Servicio Meteorológico Nacional, lo que haría más difícil la preparación para desastres naturales. como huracanes, tormentas y calor extremo.
El Proyecto 2025 también exige reiniciar el proceso de obtención de permisos para el proyecto del depósito de desechos nucleares de Yucca Mountain, a sólo unas 100 millas de Las Vegas, una propuesta que ha estado estancada durante años, en gran parte debido a la oposición bipartidista durante varias décadas.
Tanto Harris como Trump conocen la importancia electoral de Nevada. Ambos han estado aquí varias veces en los últimos meses y el viaje del sábado marca la séptima visita de Harris al Estado de Plata desde enero.
Si bien Nevada sólo representa seis votos en el Colegio Electoral, la carrera es lo suficientemente reñida a nivel nacional como para que ambos candidatos admitan que cada voto importa. Todos los indicios apuntan a que ese será el caso especialmente en Nevada.
“Conozco a la gente de Nevada”, dijo Harris. “You are battle born, y si Donald Trump quiere iniciar una pelea por nuestras libertades más fundamentales, nosotros decimos: ‘Adelante’”.
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