Kamala Harris propone un plan para facilitar a los nevadenses la creación de pequeñas empresas

Harris ha propuesto ampliar una deducción fiscal para los costos en los que se incurre al iniciar un negocio, crear un nuevo fondo que permitiría a los bancos más pequeños del país cubrir los intereses acumulados por los préstamos a nuevas empresas, y más. 

Kamala Harris dio a conocer varias políticas económicas nuevas destinadas a apoyar a los empresarios y propietarios de pequeñas empresas reduciendo sus gastos y aumentando su acceso al capital.

La propuesta de Harris implica ampliar una deducción fiscal por los costos en los que se incurre al iniciar un negocio en un esfuerzo por aliviar la carga financiera de los propietarios de pequeñas empresas e incentivar a más empresarios a iniciar negocios.

Según el Servicio de Investigación del Congreso, a las pequeñas empresas se les concede actualmente una deducción de $5.000 por los gastos incurridos durante su primer año de funcionamiento; Harris quiere aumentar ese umbral a $50.000. Esto está mucho más cerca de los $40.000 que el propietario medio de una pequeña empresa dedica a iniciar su negocio.

“Como presidenta, una de mis principales prioridades será fortalecer las pequeñas empresas de Estados Unidos”, dijo Harris en un evento en New Hampshire. “Entonces, primero vamos a ayudar a que más pequeñas empresas e innovadores despeguen”. 

Harris también planea facilitar a los propietarios de pequeñas empresas la presentación de sus impuestos trabajando para implementar una deducción estándar en el código tributario que puede ahorrar tiempo y dinero a las empresas más pequeñas al simplificar el proceso de presentación.

La vicepresidenta también anunció que planea ordenar a su administración que lance una iniciativa destinada a modernizar las regulaciones obsoletas que dificultan que las pequeñas empresas y los empresarios soliciten y reciban fondos federales. Dijo que su administración alentará a los gobiernos estatales y locales a hacer lo mismo.

Harris también propuso la creación de un nuevo fondo que permitiría a los bancos más pequeños del país cubrir los intereses devengados por los préstamos a nuevas empresas. Aún no se sabe el tamaño de este fondo, pero Harris pidió más financiamiento para estos bancos.

Harris dijo que quiere “eliminar parte de la burocracia” que implica ser propietario de una pequeña empresa para, en última instancia, “facilitar que la gente haga algo que beneficie a toda nuestra economía”.

Como vicepresidenta, Harris ha trabajado para proporcionar financiación a estos bancos. Específicamente, ha promovido las Instituciones Financieras de Desarrollo Comunitario (CDFI, por sus siglas en inglés), que brindan capital a comunidades y familias de bajos ingresos que tradicionalmente son ignoradas por los prestamistas más tradicionales.

El subsecretario del Tesoro, Wally Adeyemo, dijo a la cadena CNN que las CDFI son importantes porque dan una ventaja a las nuevas empresas sin historial financiero.

“Algunas empresas nuevas acuden a siete bancos diferentes para intentar obtener un préstamo, pero no pueden conseguirlo porque no tienen un historial de tres años”, dijo Adeyemo.

Las tasas de interés para las pequeñas empresas también han aumentado particularmente en los últimos años, lo que hace aún más difícil para las pequeñas empresas comenzar.

“En última instancia, el costo del capital será algo muy importante”, añadió Adeyemo.

Harris también planea recapitalizar y ampliar la Iniciativa Estatal de Crédito para Pequeñas Empresas (SSBCI, por sus siglas en inglés) del Departamento del Tesoro. Esta iniciativa da prioridad a empresarios y propietarios de pequeñas empresas en las zonas rurales y medias de Estados Unidos y en comunidades desatendidas.

La administración Harris-Walz también planea garantizar que se destinen más fondos a la Red de Socios Rurales, que fue lanzada por la administración Biden-Harris; esta red tiene como objetivo expandir la prosperidad rural a través de la creación de empleo, el desarrollo de infraestructura y la mejora de la comunidad.

Harris anunció además que, de ser elegida, su administración trabajará para garantizar que las oportunidades de contratos para proporcionar bienes y servicios al gobierno federal, que históricamente han ido a parar a las empresas más grandes, se amplíen a las empresas más pequeñas.

Estas propuestas son parte de la agenda económica más amplia de Harris centrada en los votantes de clase media y trabajadora. 

“Sabemos que una clase media fuerte siempre ha sido fundamental para el éxito de Estados Unidos. Y construir esa clase media será un objetivo definitorio de mi presidencia. Esto es personal para mí. Yo vengo de la clase media”, dijo Harris en su discurso en la Convención Nacional Demócrata (DNC) el mes pasado.

Harris también anunció que aspira a superar los 19 millones de nuevas empresas creadas por el presidente Biden durante su mandato como presidente, con el objetivo de que se formen 25 millones de nuevas empresas en su primer mandato.

Harris también buscó contrastarse con el expresidente Donald Trump durante su discurso.

Argumentó que los ingresos fiscales obtenidos al revertir ciertas disposiciones de la Ley de Empleos y Reducción de Impuestos de 2017 de Trump deberían usarse para financiar inversiones comunitarias y otros proyectos que afectan a los estadounidenses más directamente. Los recortes de impuestos de la ley de 2017 beneficiaron principalmente a los ultrarricos y a las corporaciones.

Uno de los asesores de Harris le dijo a CNN que el gobierno federal debería “utilizar esos recortes de impuestos que están por expirar para abordar cuestiones que afectan los resultados del estadounidense promedio”.

La vicepresidenta quiere revertir estos recortes de impuestos e implementar “reformas fiscales de sentido común para las corporaciones y los muy ricos”, dijo el asesor.

Al igual que Biden, Harris también apoya un impuesto a la renta mínima para los multimillonarios y quiere aumentar la tasa del impuesto corporativo al 28%. También quiere cuadruplicar el impuesto sobre la recompra de acciones para garantizar que los estadounidenses más ricos paguen su parte justa.

Harris enfatizó durante su discurso que nadie que gane menos de 400.000 dólares al año pagaría más impuestos, y que el 99% de los estadounidenses pagarán la misma tasa impositiva sobre las ganancias de capital a largo plazo que pagan ahora. Para los estadounidenses que ganan 1 millón de dólares o más al año, la tasa impositiva sobre sus ganancias de capital a largo plazo aumentará del 20% al 28% según la propuesta de Harris.

“Este enfoque logra el equilibrio adecuado”, se lee en una declaración de la campaña Harris-Walz. “Haría que nuestro sistema tributario fuera más justo y aumentaría responsablemente los ingresos para reducir el déficit y los riesgos fiscales, manteniendo al mismo tiempo el incentivo de larga data en nuestro sistema tributario para invertir en innovación e inversiones a largo plazo que impulsen el crecimiento estadounidense”.

“La agenda económica de Trump dispararía la inflación… desencadenaría una recesión a mediados de 2025, costaría más de tres millones de empleos y agregaría un punto porcentual a la inflación”, continúa la declaración. “Como presidente, dejó a las pequeñas empresas en la estacada durante el momento de necesidad de la pandemia y, en cambio, ayudó a las corporaciones grandes y bien conectadas a obtener financiación más fácilmente. No podemos volver al fallido enfoque de Trump”.