¿Quién es Tim Walz? Lo que hay que saber sobre la elección de Kamala Harris para vicepresidente

Como gobernador de Minnesota, Walz hizo que los almuerzos escolares fueran gratuitos para todos los estudiantes, creó un programa de licencia familiar y médica remunerada, aumentó la financiación de las escuelas públicas, legalizó la marihuana recreativa e hizo del aborto un derecho fundamental según la ley estatal.

Un exentrenador de fútbol americano, profesor de preparatoria y exmilitar con raíces rurales podría ser el próximo vicepresidente de Estados Unidos.

Kamala Harris eligió el martes 6 de agosto al gobernador de Minnesota, Tim Walz, como su compañero de fórmula, poniendo fin a semanas de especulaciones sobre a quién elegiría. 

Harris, quien se convirtió en la presunta candidata presidencial del Partido Demócrata después de que el presidente Joe Biden abandonara la carrera el mes pasado y la respaldara, hizo su selección el martes 6 por la mañana. Al anunciar su elección, Harris elogió el compromiso de Walz de mejorar la vida de las personas. 

“Una de las cosas que me llamó la atención sobre Tim es lo profundas que son sus convicciones de luchar por las familias de clase media. Es personal”, escribió Harris en una publicación en Instagram.

“Creció en un pequeño pueblo de Nebraska y pasaba los veranos trabajando en la granja de su familia. Su padre murió de cáncer cuando él tenía 19 años y su familia dependía de los cheques de beneficios para sobrevivientes del Seguro Social para llegar a fin de mes. A los 17 años se alistó en la Guardia Nacional, sirviendo durante 24 años. Usó sus beneficios GI Bill para ir a la universidad y convertirse en maestro. Se desempeñó como entrenador de fútbol americano y asesor de la Alianza Gay-Heterosexual”.

Estas experiencias, escribió Harris, han formado su enfoque para gobernar.

Entonces, ¿quién es Tim Walz? Vamos a ver. 

La vida y la carrera de Walz antes de la política

Como dijo Harris, Tim Walz nació y creció en un pequeño pueblo agrícola de Nebraska. En los veranos trabajaba en un rancho ganadero y cuando cumplió 17 años se unió a la Guardia Nacional del Ejército. 

Durante los 24 años que sirvió en el ejército, Walz pasó de ser especialista en artillería a sargento mayor al mando. Su mandato incluyó puestos en Estados Unidos y Europa y un despliegue en el extranjero después de los ataques del 11 de septiembre.

Posteriormente, Walz siguió una carrera en educación después de utilizar sus beneficios de GI para obtener una licenciatura de Chadron State College y una maestría de la Universidad Estatal de Minnesota, en Mankato.

Su primer trabajo docente fue en la reserva indígena de Pine Ridge en Dakota del Sur, una de las zonas más pobres del país. Luego se convirtió en uno de los primeros profesores estadounidenses autorizados para enseñar en la escuela secundaria en China. Después de regresar de China, Walz enseñó geografía en la escuela preparatoria y fue entrenador de fútbol durante más de 20 años en Minnesota.

Incursión en la política

Walz se involucró por primera vez en política en 2004, cuando se ofreció como voluntario para la campaña presidencial de John Kerry.

A partir de ahí, decidió postularse contra el actual representante republicano Gil Gutknecht en el primer distrito de Minnesota dos años después. Walz venció a Gutknecht y fue uno de los pocos demócratas de un distrito rural en el Congreso durante 12 años antes de ser elegido gobernador de Minnesota en 2018.

Walz también fue el soldado alistado de mayor rango en servir en el Congreso en el momento de su elección.

El historial de Walz como gobernador

Durante el primer mandato de Walz como gobernador, estuvo limitado por una legislatura dividida, ya que los republicanos controlaban el Senado estatal. Pero después de que Walz ganó la reelección y los demócratas obtuvieron el control total de la legislatura de Minnesota en las elecciones de 2022, aprobaron con éxito una de las agendas políticas más ambiciosas de los últimos 60 años.

Utilizando un superávit presupuestal de casi 4 mil millones de dólares el año pasado, Walz y la Legislatura otorgaron a los habitantes de Minnesota -de clase trabajadora y media- devoluciones de impuestos de 1,000 dólares por individuo o 2,000 dólares por pareja, aprobaron 12 semanas de licencia familiar y médica remunerada para los trabajadores y establecieron una licencia y crédito fiscal (por hijos) para ayudar a las familias trabajadoras.

Bajo el liderazgo de Walz, Minnesota también aumentó drásticamente la financiación para las escuelas públicas, invirtió más de mil millones de dólares en cuidado infantil y oportunidades de aprendizaje temprano, hizo que las universidades públicas fueran gratuitas para estudiantes con ingresos familiares inferiores a 80.000 dólares, invirtió mil millones de dólares para ampliar el acceso a viviendas asequibles, prohibió los servicios médicos que la deuda afecte los puntajes crediticios, prohibió las tarifas de estafas ocultas y redujo el costo de los medicamentos recetados.

Walz también promulgó proyectos de ley que legalizaron la marihuana recreativa, convirtieron el aborto en un derecho fundamental según la ley estatal, implementaron verificaciones de antecedentes universales para la venta de armas y aumentaron la protección de los trabajadores en los almacenes de Amazon, sitios de construcción, hospitales, hogares de ancianos y escuelas públicas.

Esos logros representaron un cambio con respecto al primer mandato de Walz, en el que se enfrentó a las crisis gemelas de la pandemia de COVID-19 y el asesinato de George Floyd a manos de la policía de Minneapolis.

De cara a noviembre

Si bien Walz había recibido elogios por su papel en la aprobación de la avalancha de leyes en Minnesota, no se había convertido en una figura nacional hasta después de que Biden abandonara la carrera. Pero en las últimas dos semanas, el perfil de Walz se disparó en todo el país y emergió como uno de los críticos más eficaces del Partido Republicano.

Walz fue el primer funcionario electo de alto nivel en calificar la fórmula Trump-Vance de “rara” y “extraña”, un mensaje adoptado desde entonces por amplios sectores del Partido Demócrata. 

Walz también pudo pintar un marcado contraste entre lo que querían demócratas como Kamala Harris y él mismo y la agenda republicana, y finalmente convenció a Harris de que él era la persona adecuada para estar a su lado de cara a noviembre. 

“Vamos a construir una gran asociación”, dijo Harris. “Vamos a formar un gran equipo. Vamos a ganar estas elecciones”.